Corazón… / Andrea Manjarrez Ocaña
Últimamente el tiempo pasa mucho más rápido que antes, en un abrir y cerrar de ojos el día se convierte en noche, deprisa pasa un día, pasan dos, transcurre un mes, un año, una etapa de tu vida y el reloj no da tregua, avanza y corre sin parar, brindando oportunidad tras oportunidad, colocando obstáculo tras obstáculo, pero sobre todo entregando exactamente el mismo número de alegrías y dificultades, complementando el bien y el mal, haciéndonos perfectamente imperfectos, agregando una infinidad de toques mágicos, que convierten nuestro porvenir en un camino extrañamente maravilloso. Todos a tu alrededor siempre consultan ya te graduaste, trabajas, te casaste, tienes hijos, de verdad la vida es una lista del mercado, donde un check list determina que hacer y cuando hacerlo, creo que aquella paradoja la leí en algún lado, y no hay enfoque más coherente, a qué hora nos preguntan si somos felices o nuestro corazón está en paz, pues es tan ilógico todo, ya que al cumplir estos requisitos que nos estipulo la sociedad o nosotros mismos, olvidamos lo más importante vivir, compartir, amar, pues a medida que pasa la vida y nos encontramos ocupados haciendo lo que quiere el resto, dejamos ir el tiempo, a quienes queremos y llega el día en que reaccionamos y nos preguntamos donde están nuestros amigos. El tiempo es lo más valioso que nos da la vida y no vuelve jamás, retira de tu vocabulario la palabra después, pues no existe, no pierdas las mejores experiencias, los mejores amigos, los mejores amores, ya no estamos en edad de posponer nada y sobre todo recuerda que no estamos aquí para complacer al colectivo, estamos aquí para dejar una huella a nuestro paso, estamos aquí para soñar, disfrutar, sonreír, caminar y bailar al son de tu Corazón… (O)