Corredores temporales  no serían la solución

Ciudad

En el marco de las festividades navideñas, el Consejo Municipal de Seguridad Ciudadana (COMSECA) implementó corredores comerciales temporales en Ambato del 19 al 31 de diciembre. La medida tuvo como objetivo organizar el comercio informal en espacios designados, buscando reducir el desorden y mejorar la seguridad en la ciudad durante esta temporada de alta actividad comercial.

Los corredores comerciales se ubicaron en el parqueadero del Mercado Central, la calle Cartago en La Victoria, la explanada del Coliseo de Deportes y el parque lineal Quebrada Seca. Según COMSECA, estos espacios contaron con más de 500 puestos disponibles para la venta de productos como ropa, artesanías, juguetes y alimentos. Los costos por metro cuadrado, accesibles para los comerciantes informales, incluyeron una tarifa reducida por servicios básicos.

Sin embargo, esta iniciativa generó preocupación entre los comerciantes formales, quienes consideran que medidas como estas promueven condiciones desiguales. “Los comerciantes formales enfrentan costos fijos como alquiler, impuestos y contribuciones a la seguridad social, mientras que los informales operan sin estas obligaciones, lo que afecta directamente la competitividad y sostenibilidad del comercio formal”, declaró Danilo Salazar, director Ejecutivo de la Cámara de Comercio de Ambato.

El gremio empresarial también señaló problemas estructurales, como el contrabando y la falta de regulaciones claras para los comercios informales. Además, advirtió que la comercialización de productos de dudosa procedencia durante esta temporada afecta la economía local y desincentiva el cumplimiento de las normativas legales.

Por otro lado, COMSECA destacó la efectividad de estas medidas en años anteriores, señalando una reducción de incidentes reportados al ECU 911. 

A pesar de los beneficios puntuales que puedan ofrecer los corredores temporales, la Cámara de Comercio insistió en la necesidad de adoptar soluciones estructurales y sostenibles. Según el gremio, es fundamental promover la formalización del comercio informal mediante incentivos, reingeniería del modelo de negocios, y estrategias que fortalezcan la seguridad y el orden en la ciudad.

La inseguridad durante la temporada alta también fue motivo de críticas. Aunque las autoridades implementaron controles con apoyo de la Policía Nacional, Fuerzas Armadas y agentes de tránsito.

Comerciantes como Martina Izurieta expresaron sus dudas sobre la efectividad de estas medidas. “Cumplimos con nuestras obligaciones y esperamos un entorno justo para competir”, enfatizó.

El comercio formal es considerado un motor esencial para la estabilidad económica y la generación de empleo en Ambato. Por ello, la Cámara hizo un llamado a construir soluciones integrales que beneficien a todos los sectores. “Defender el comercio formal es defender el desarrollo sostenible de nuestra ciudad”, concluyó Salazar. (I)

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