Crean el caos para timar
Patricia en sus 68 años de edad es la primera ocasión que fue víctima de los estafadores. Recibió una llamada donde les indicaban que uno de sus sobrinos de Latacunga estaba grave en el Hospital y que le depositen dinero para comprarle las recetas.
Ella no dudó, ni siquiera se le ocurrió preguntar a sus familiares. Se desesperó y apenas colgaron corrió al banco a depositar 200 dólares. Después, con la cabeza más fría, marcó el número de sus parientes y consultó si recibieron el dinero. En ese momento, cuando le respondieron que todo estaba bien en casa, reaccionó y supo que le estafaron.
Una llamada similar recibió Freddy M., quien habita en el sur de Ambato, pero una de sus hijas estaba cerca y antes de creer en el cuento indagó a sus allegados que están en otra provincia para saber si uno de ellos estaba detenido.
En la Policía de la Subzona de Tungurahua, mencionaron que esta modalidad de estafa se volvió recurrente durante el tiempo de pandemia. De acuerdo a información de la Policía Judicial, entre los factores de timas están la modalidad de los parientes falsos, donde los delincuentes tienen como fuente principal las redes sociales y sorprenden a las víctimas con su nombre o incluso nombres de familiares y datos de últimas reuniones, para generar confianza.
También utilizan situaciones extremas, donde apelan a la familiaridad para plantear escenarios críticos en los que resulta difícil negar asistencia como enfermedad o accidentes.
Los agentes aconsejan a exigir nombres y apellidos. Desconfiar de llamadas en las que la otra persona no se identifica. Cerciorarse de que sea su pariente con preguntas, no entregar información como direcciones o nombres. Cuidar las redes sociales de no publicar datos personales. No transferir dinero apenas le llamen y siempre denunciar estos casos al 1800 Delito (335486) para evitar terminar en extorsión. (I)