Crianza de gallinas, costumbre y tradición
Las gallinas criollas han disminuido en varias familias tungurahuenses de las zonas rurales y periurbanas. No obstante, existen personas que mantienen vigente la formación de estas aves en el traspatio de sus propiedades.
Aníbal Arcos, de 64 años de edad, recuerda que las gallinas de tipo criollo, tienen su aceptación, porque son más resistentes y son productoras de huevo y carne de buena calidad.
Señaló que, criar gallinas, se mantiene por la baja inversión y la facilidad para realizarla. Con las aves se tiene la proteína diaria para la familia; además, puede generar ingresos económicos por la venta de huevos o animales.
Las gallinas criollas logran importante porción de su alimento mediante la búsqueda y obtención de recursos alimenticios en los patios o corrales, tales como follajes y semillas de plantas herbáceas, frutos caídos de los árboles frutales, lombrices de tierra, moluscos (babosas y caracoles), e insectos.
Por lo general, son responsables de brindar una ración variable de granos (maíz seco, choclo) u otros recursos; además, de los restos de la comida casera; muchas veces estos suministros no son constantes ni en frecuencia, ni en cantidad, ni en calidad. (I)