Crisis eléctrica impacta restaurantes y comercio

Titulares

La crisis eléctrica que enfrenta Ecuador no solo incrementa costos operativos en los comercios, sino que también empieza a reflejarse en los precios al consumidor. 

Los generadores eléctricos, esenciales en algunos negocios para enfrentar los apagones de hasta 14 horas diarias, representan una carga económica significativa.

Martín Fabara, propietario de un restaurante en Ficoa, Ambato, explica: «En un local gasto dos galones de gasolina al día, lo que equivale a 5 dólares. Aunque esto permite operar parcialmente, estos costos adicionales no se trasladan al cliente». 

Fabara menciona que, al manejar un establecimiento de alimentos y bebidas, ha notado aumentos recientes en productos como bebidas impuestas por proveedores.

La situación podría cambiar en 2025, según Fabara: «Se espera que los precios suban porque el déficit energético continuará y la inflación ajustará salarios. Esto nos obligará a recalcular costos y precios para mantenernos a flote».

El uso constante de generadores también implica gastos adicionales en mantenimiento. Como indica Sebastián Amaluisa, economista consultado, «los costos de combustible y reparaciones pueden superar el presupuesto de pequeños negocios, generando un impacto en su sostenibilidad».

Además, estos equipos contribuyen a la contaminación ambiental, al emitir gases de efecto invernadero y partículas finas. 

«A largo plazo, el uso masivo de generadores no es sostenible; debemos considerar opciones renovables que reduzcan la dependencia de combustibles fósiles», concluyó Amaluisa.

La crisis eléctrica en Ecuador exige soluciones estructurales y sostenibles. Si bien los generadores alivian la situación temporalmente, sus implicaciones económicas y ambientales subrayan la necesidad de un cambio en el modelo energético nacional. (I)

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