¿Cuál es el siguiente paso? / Fabricio Dávila Espinoza
Nueve millones de vacunados en 100 días. Este slogan de campaña fue una de las ofertas que llevó a la presidencia al Sr. Guillermo Lasso. Nada hace pensar que esta meta no pueda cumplirse. Entonces, hay que dar el siguiente paso.
La inmunidad colectiva es una de las condiciones para la reactivación económica. Pero, el “gobierno del encuentro” no puede ser exclusivamente vacunador. Las condiciones del país demandan decisiones y políticas públicas en muchos frentes. Una vez que se cierre el primer trimestre del “efecto Lasso”, desde todos los sectores de la sociedad se empezará a exigir medidas laborales, tributarias, agrarias, energéticas, productivas, sociales, carcelarias, educativas,… y de esto, no hay señales claras todavía.
El mismo Presidente, en el Foro Económico Mundial, desarrollado días atrás, afirmó que su prioridad es convertir al Ecuador en «un centro financiero global», para lograr un buen financiamiento, mejorar la conexión con el mercado internacional y generar divisas. Entre las prioridades del gobierno mencionó la vacunación masiva contra el COVID-19, la reactivación económica, la inclusión social y lucha frontal contra la corrupción. Una vez que la vacunación está alcanzando su meta, es urgente avanzar.
Si la visión del gobierno es promover una economía abierta al mundo, también es pertinente iniciar de una vez y alcanzar el alivio financiero, después de haber recibido una economía en aprietos. Justo al inicio de pandemia, el país se contrajo casi el 8 por ciento en su economía y la deuda pública superó los 60 mil millones de dólares. Con este panorama, es urgente impulsar la explotación de hidrocarburos y minerales, sin descuidar la conservación medioambiental; fomentar el comercio y la inversión internacional; simplificar trámites burocráticos; mejorar la seguridad; combatir el terror implantado por grupos violentos; transformar el sistema carcelario; limpiar la corrupción en los hospitales; mejorar la educación; revivir al turismo; etc.
El plan de vacunación resultó aceptable. Tanto así, que la organización Our World In Data, el 13 de julio calificó al Ecuador, como uno de los países que más dosis había suministrado por cada 100 personas en el mundo, la semana previa a la publicación. Esto, junto con las medallas olímpicas, han sido las mejores noticias de los dos últimos años. Sin embargo, las vacunas, por sí solas, no resuelven la pobreza y la inseguridad en las calles. Al gobierno no le está permitido dilatar los siguientes pasos en la reactivación económica y social. No hay tiempo para celebrar un logro. Los detractores del efecto Lasso no perdonarán errores del presidente. (O)