Cuando se olvida la historia / Jaime Guevara Sánchez

Columnistas, Opinión



Ciertos sectores de la campaña política electoral de los Estados Unidos han concentrado su animadversión contra quienes los políticos de turno llamaron hispanos, latinos, y otros motes deformados. Sin embargo, lo que esos actores parecen desconocer es la historia de su propio país.

La cultura “hispánica” llegó al norte del continente mucho tiempo antes de que Estados Unidos existiese ni como proyecto teórico. Así se explica, entonces, que varios fueran bautizados con nombres procedentes del idioma español: Florida, California, Nevada, Colorado, Montana. Esos territorios fueron “propiedad” de España, otros de México, mucho antes de que Estados Unidos los comprara de ellos por la fuerza.

Bien se puede afirmar que gran parte de la idiosincrasia gringa fue fundamentada en la personalidad hispana, detalles, costumbres e idioma, que después de arraigarse en Norte América por aquellos tiempos, está hoy más vigente que nunca.

Por supuesto que el ideal supremo de los latinos, como de todos los seres humanos del mundo, es tener fuerzas políticas convertidas en gobiernos de los diferentes países, dedicados a desarrollar todo el potencial de riqueza de sus propios territorios, bajo el idealismo de trabajo incansable. Entonces ningún criollo emigraría de su tierra. Todo lo contrario, construiría su familia y su futuro, labrando, sembrando, cosechando; fundamentando en su propia simiente.

Cierro con la incógnita mencionada en varios libros, cito: “¿Si no existiese Estados Unidos como meca de salvación de Latinoamérica, habrían muerto de hambre los millones de ‘hipanics’ que hoy subsisten en América del Norte; o gobiernos honestos habrían luchado por fortalecer a los pueblos mediante políticas constructivas? (Peter Matthes, Emigración Latinoamericana, página 286)”. (O)

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