Cultura y tradición cuencana del Niño Viajero
La Atenas del Ecuador mantiene vigente una de las tradiciones más ricas y diversas de la cultura ecuatoriana con el tradicional Pase del Niño Viajero que se celebra a final de cada año.
Información proporcionada por el dirigente Pedro Aucatoma esta celebración congrega a miles de personas, el 24 de diciembre para participar de esta fiesta religiosa tradicional.
En esta festividad hay dos celebraciones: Pase Mayor y Pase Menor. El Pase Mayor es el más importante y se lo realiza el 24 de diciembre. Los Pases Menores se lo realizan en el entorno familiar, instituciones y organizaciones que se efectúan hasta la primera semana de enero.
El Pase del Niño Viajero se origina en 1961 con la figura del niño Jesús creada en madera. La historia sostiene que en 1823 fue llevada a varios santuarios de la Tierra Santa y colocado en el lugar en el que nació Jesús en Belén que, posteriormente, fue bendecido por el Papa Juan XXIII en Roma. A su retorno la gente emocionada por el viaje comenzó a rendirle culto organizando el primer Gran Pase un 24 de diciembre, denominándole el Pase del Niño Viajero.
En la celebración forman parte personajes propios de la Navidad como: Jesús, José, María, pastores, ángeles, reyes magos, entre otros. Están presentes diversas culturas del Ecuador como: Cañaris, cholas cuencanas, cayambes, afros, saraguros, otavaleños, negros danzantes y más.
El Pase del Niño Viajero se realiza en la arteria principal del Centro Histórico de Cuenca, donde desfilan grupos compuestos por danzantes realizando coreografías y el baile del ‘tukumán’ con cintas de colores, carros alegóricos que son revestidos con alimentos, frutas, bebidas y mantas de colores.
Durante la pasada se reparte pan y la popular bebida de la chicha de jora mientras las bandas de pueblo entonan villancicos tradicionales. El Pase del Niño Viajero fue declarado como Patrimonio Inmaterial del Estado el 24 de diciembre de 2008. (I)