Danzantes, una tradición vigente en Ecuador
Sin duda una de las actividades que ha impedido la pandemia es las fiestas en los pueblos en que se podía observar a los danzantes que contagiaban de alegría.
Sin embargo, esta ilusión de volver a mirarlos sigue latente. Sus movimientos y vestimenta los caracteriza. Cada uno se identifica por sus costumbres y tradiciones de acuerdo a su origen.
En julio y agosto era normal mirar a los danzantes en las festividades de los cantones de Tungurahua. Cada grupo recuerda las raíces e historia de los pueblos ecuatorianos.
Según los danzantes, las presentaciones sirven para agradecer favores recibidos. Además, porque sienten gusto de entregar su contingente por la alegría de la gente.
“Venimos bailando hace cuatro años en las fiestas cantonales. Pertenezco a un grupo que existe por más de 20 años gracias a la dedicación de sus integrantes”, contó Manuel Choco.
La emoción y colorido se representan en las cabezas de los danzantes. El peso sobrepasa las cuatro libras.
“Bailar más de tres horas con ese peso es un gran esfuerzo, pero vale la pena”, recalcó don Manuel.
La mayoría de agrupaciones dancísticas tiene la oportunidad de exhibir su potencial artístico en otras provincias, pero por las actuales circunstancias se ha suspendido; no obstante, están convencidos que todo pasará y regresarán para promocionar la cultura de cada zona del país. (I)