De la pobreza nacen los grandes / Dr. Guillermo Bastidas Tello
Los presos, detenidos, engrilletados, prófugos, fugitivos y los huidos de los años de penumbra de la revolución revolucionaria, iban a ser el motivo de mi descarga neuronal de la presente semana; sin embargo, creí más importante rendir homenaje en este artículo a un gran ecuatoriano RICHARD CARAPAZ, la locomotora de América latina, el grande de la vuelta de Italia 2019.
Lloré de júbilo al ver mi bandera flamear en Europa, pero al mismo tiempo sentí indignación porque los trogloditas politiqueros y sus mafias de estafadores siempre borran con el codo lo que los grandes lo hacen con esfuerzo, sudor, lágrimas, en silencio, sin discurso ni demagogia.
Nacido en una Patria de indios rebeldes, próceres libertarios, mestizos indomables, insignes heroínas y científicos preclaros.
Viene del Carchi y viste altivamente de amarillo, azul y rojo.
Distante de haber nacido en una cuna de seda y grana, humilde y dócil hasta el tuétano.
Persona entrañable, sensible, amiga de sus amigos, taciturno, y dicen que tiene un gran corazón que nunca deja a nadie abandonado en el camino.
Soñó con ser grande y terminó siendo un ejemplo de perseverancia.
La niñez de Carapaz estuvo llena de privaciones, carencias, escases y penurias, el deportista carchense pasó de cuidar vacas para ayudar a la manutención de su familia a ser el héroe de los ecuatorianos.
Un abrazo fraterno a la distancia a un GRAN ECUATORIANO, quienes lo conocemos sabemos de su humildad, respeto, fidelidad y sabiduría. Nunca estarán de más los homenajes o tributos que le rindan a este gran deportista de una inmensa estatura moral. La gratitud es una virtud que nace de almas generosas y la mayoría de los ecuatorianos somos así.
Gracias por hacernos momentáneamente olvidar que nuestro bello país está sumido en las garras de la corrupción y los corruptos que son un mal ejemplo para la juventud. (O)