De todo un poco / Editorial

Editorial, Opinión

Los ecuatorianos observamos estupefactos cómo en las cárceles del país se encuentra de todo. Cada vez hay requisas y asoman armas de grueso calibre, teléfonos celulares, electrodomésticos, equipos de comunicación sofisticados, piscina para criar tilapias, dinero, joyas, cerdos, en fin, un sinnúmero de cosas prohibidas para las Personas Privadas de la Libertad (PPL).

El SNAI debería explicar todos estos lujos que están en poder de los reos. Si ingresaron estas mercaderías es porque se permitió que entren ahí, habiendo, posiblemente, complicidad de policías y guías penitenciarios. Solo así se explica cómo se pueden burlar los perímetros de seguridad externos y los internos.

Uno de los tantos guías penitenciarios retenidos explicaba en una entrevista, a un canal de televisión, que los presos tenían el control de todo y que ellos no podían hacer nada mientras estaban secuestrados. Ahora, hasta graban videos y dicen que quieren la paz, todo esto en el interior de los centros de reclusión e incluso hacen la entrega de armas.

Las autoridades deben explicar todo esto para saber quién mismo tiene el control de estas cárceles.  (O)

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