Decadencia carcelaria / Editorial
Los motines registrados en diversas cárceles del país evidencian la falencia del sistema carcelario, donde bandas, mediante pugna de poderes y ajustes de cuentas, cruel y violentamente se matan entre si para tener control de los patios.
Se hablaba que las nuevas instalaciones de los presos, tanto en la costa y sierra, iban a fortalecer el control carcelario por parte de policías y directores de estos centros de rehabilitación social, algo que no ha pasado.
El ingreso camuflado de armas, drogas, celulares, entre otras cosas, sin duda, sigue siendo recurrente. La violencia traspasa la ética y moral. No puede ser posible que, mediante videos puestos en redes sociales, circulen imágenes espeluznantes de una matanza tenaz por parte de internos que se mofan y se sienten orgullosos de haber quitado la vida a su enemigo, algo repudiable y terrible.
Lo que más da pena es que este tipo de acciones negativas, siguen dándose fecha a fecha. ¿Dónde están los planes antimotines para prevenir estas revueltas de reclusos? Ojalá que, lo que se mostró en videos, no vuelva a ocurrir. Que sirva de lección a las autoridades y al mismo gobierno ecuatoriano; debe haber mano dura contra estos delincuentes viles y osados.