Deja que tus hijos vuelen / Aracely Silva Cadmen
El hecho de pensar que nuestros hijos algún día emprenderán el vuelo, nos estremece el corazón, pero debemos entender que es parte de la vida el dejarlos libres.
Deja que tus hijos crezcan y asuman su propia vida, desde el momento de la concepción llegan las preocupaciones, evolucionan y como parte de eso, está el momento de emprender el vuelo.
Como padres, aunque estamos conscientes de que la separación en algún momento llegará, es difícil aceptar que esa persona a quien tanto amamos y a quien le dimos la vida, tiene que ser libre. Los padres debemos entender cada una de las etapas de la vida de nuestros hijos y la importancia que tienen, el problema radica en la negación de los padres llevándonos a aferrarnos a la idea de seguir tratando a nuestro hijo adulto como adolescente.
Salir del nido no resulta fácil, los padres cumplen un papel fundamental para dar alas a sus hijos para que encuentren el camino donde pueden desarrollarse y ser felices. Enseñar a volar requiere también saber poner límites, enseñarles que es la dignidad de persona y la diferencia entre libertad y libertinaje, debemos ayudarles a desarrollar la capacidad de decidir por sí mismos sobre lo que quieren vivir y hacerles entender que somos libres cuando somos dueños de nuestras propias decisiones, apoyarlos y enseñarles a decir adiós, sobre todo, mentalizarnos de que nuestro papel como guías de vida es encaminarlos a volar sus propias rutas.
Hay un momento en que como padres no aportamos para el crecimiento de nuestros hijos debido a los temores, miedos y preocupaciones que existen, lo hacemos sin intención, y lastimosamente les cortamos las alas y no les permitimos volar.
A medida que aceptemos y entendamos que es un proceso completamente natural, nuestros hijos iniciarán su camino con mayor seguridad, llenos de fortaleza y con la plena confianza de contar con el respaldo entero de sus padres, preparémoslos para la gran aventura de vivir.
Amar a nuestros hijos también es verlos independientes y felices, no podemos cortar las alas de un ser que se merece tener sus propios errores y aciertos. Nuestra tarea de educar, acompañar a los hijos tiene fecha de vencimiento y debemos entenderlo.
No vienen de ti sino a través de ti, y aunque estén contigo, no te pertenecen. (O)