Del Crimen Organizado al Terrorismo
En los últimos años, la incursión del narcotráfico y sus delitos conexos han generado en nuestro país una atomización criminal, caracterizada por una violencia extrema, a la que el presidente de los ecuatorianos de una manera congruente la ha catalogado como terrorismo.
Efectivamente, el presidente Daniel Noboa emitió, esta semana un decreto ejecutivo que reforma el estado de excepción vigente y reconoce la existencia de un conflicto armado interno, disponiendo la intervención inmediata de las Fuerzas Armadas y la Policía en el territorio nacional.
Pero, por donde o de que manera se abre paso la cultura de la violencia en nuestro país otrora una isla de paz.
Necesariamente tenemos que retroceder al año 2007 cuando nos dijeron “La Patria Vuelve” (vuelve de donde, si nunca se ha ido) decíamos los mas sensatos que no nos comimos el cuento. No pasó mucho tiempo y expulsaron la base de Manta que servía para detectar las rutas de la droga y ubicar a los narcotraficantes. Con esta política anti yankee empezó la colonización del Narcotráfico en la costa ecuatoriana, pues nunca se reemplazó la operatividad de este ilícito negocio; pronto Ecuador pasó de ser país de tránsito a un centro de distribución de droga y con ello las organizaciones internacionales y las bandas locales empezaron a generar alianzas y negocios malévolos como el lavado de activos y tráfico de armas.
De la misma manera, se abrieron las fronteras con el cuento de la ciudadanía universal, permitiendo el ingreso de todo el mundo (miembros de bandas delincuenciales, capos y expertos del negocio ilícito) sin pedir antecedentes penales, eliminaron el record policial.
Así también, el gobierno de la Revolución Ciudadana candorosamente decidió rehabilitar a las pandillas, reformar a los chicos malos (Latin Kings) aduciendo que son como boy scouts descarriados; les dio impunidad por las fechorías y hasta ganaron reconocimiento jurídico al ser considerados asociaciones.
En el mismo sentido, La famosa constitución del 2008 hecha en favor de Correa protege los derechos humanos de los delincuentes e ignora los derechos humanos de quienes persiguen a los delincuentes; también esta constitución prohíbe la extradición de ecuatorianos a los Estados Unidos, así cometan todos los delitos que sean, coartando de esta manera la lucha contra a la delincuencia organizada.
Al igual que en Venezuela, Cuba y Nicaragua, La Revolución Ciudadana consideró al narcotráfico un mal menor que afecta únicamente a la burguesía capitalista; pero el el flujo de la droga se fue incrementando en este inerme país, las pandillas locales empezaron a generar alianzas financiadas por los grandes carteles de droga; y se han hecho fuertes porque han infiltrado a jueces, policías y políticos.
La decisión valiente del gobierno de enfrentar al terrorismo ha sido aclamada por los países miembros de la OEA, pero también por los ecuatorianos que tenemos la esperanza de que esta guerra contra el terrorismo la ganamos todos… todos quienes queremos vivir con decencia y envejecer con dignidad.