Delincuente retenido reveló más de lo esperado

Policiales, Seguridad

La noche del jueves 10 de abril, la tranquilidad del caserío El Quinche-Santa Rosa, se quebró por un intento de robo que terminó desatando una tormenta de indignación, violencia y revelaciones alarmantes.

Delincuentes armados ingresaron a las oficinas de la Junta Administradora de Agua Potable y Saneamiento Toallo-El Quinche. Durante el asalto, un directivo fue brutalmente atacado con un machete. Tres cortes en la cabeza y extremidades lo llevaron de urgencia al Hospital General Docente Ambato. Su estado es estable, pero el eco del machetazo aún retumba en la memoria de quienes lo vieron caer.

Uno de los agresores fue capturado por los moradores. Lo amarraron y lo retuvieron en la comunidad. Hasta el día siguiente, el sospechoso seguía bajo custodia de la comunidad, mientras los cabildos y presidentes de barrio decidían su destino y en horas de la noche fue ajusticiado. La policía, aunque alertada, evitó intervenir directamente para resguardar su integridad física ante la tensión creciente.

Pero lo más inquietante llegó después

Al revisar el celular del detenido, los comuneros descubrieron una red. Audios, videos y mensajes revelaban vínculos con otros asaltos y la existencia de una presunta casa alquilada por la banda en el sector Miñarica-Santa Rosa. Allí, según confesó entre lágrimas y presión comunitaria, se esconderían más miembros del grupo delictivo.

Los vecinos, enfurecidos y con miedo, se reunieron en una asamblea urgente el viernes 11 de abril a las 14:00 horas. En la plaza del Quinche, hombres, mujeres y líderes barriales exigieron acciones. La consigna fue clara: «¡Unidos contra la delincuencia, por una parroquia segura!»

El destino del detenido aún es incierto. La fiscal de turno, con apoyo policial, solicitó su entrega, pero la comunidad, aferrada a su derecho a la justicia ancestral, todavía debatía su decisión al cierre de esta edición. (I)

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