Dependencias gubernamentales atienden autismo

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Hasta marzo de 2019, según el Sistema Informático en Línea (SIL) del Ministerio de Salud Pública, 3.037 personas han sido diagnosticadas con TEA y cuentan con la calificación y acreditación de discapacidad en el Ecuador. (Foto El Heraldo)

El Ministerio de Salud en  conmemoración del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo tiene previsto actividades hasta el viernes cinco de abril; mientras que, la Cartera de Estado de Educación brinda ayuda a los estudiantes que sufren de Trastorno del Espectro Autista (TEA).

El programa de Salud Mental del Hospital General Docente Ambato trabaja en el tratamiento de este trastorno. René Sanmartín indicó que esta casa de salud prioriza temas de importancia para resolverlos adecuadamente. Para Natalia Sarabia, es importante conocer este tema, porque “este trastorno muchas veces no es diagnosticado y piensan que los niños son malcriados”.

El Ministerio de Educación cuenta con la Unidad Distrital de Apoyo a la Inclusión (UDAI). En la Zona 3 (Chimborazo, Pastaza, Cotopaxi, Tungurahua y Chimborazo) existen 32 niños que son atendidos permanentemente. De esta cifra, tres pertenecen al Distrito 18D02 Ambato, 11 en el 28D02, cuatro al 18D05 de Píllaro, uno a Latacunga, uno en Mera y 12 en Riobamba.

La Unidad Educativa ‘Teresa Flor’ conformó el grupo de danza y teatro con niños autistas como parte del elenco con la finalidad se ayudar a la terapia de inclusión, según el docente Jaime Loma.

Para el coordinador zonal 3 de Educación, Patricio Rivera, el trabajo de inclusión es arduo y “en esta oportunidad buscan informar a toda la comunidad educativa y la comunidad ambateña sobre el autismo”.

Las instituciones cuentan con psicopedagogos que se encargan del acompañamiento diario de los estudiantes y trabajan con docentes para que ellos adquieran experiencia en el manejo de estos casos. La malla curricular para ellos se adapta las diferentes circunstancias.

La historia de Elizabeth Jácome motivó las lágrimas de los presentes en la feria. Contó que tener un hijo autista es una realidad difícil y complicada con momentos de alegría y tristeza. El niño de cinco años de edad fue diagnosticado, porque al año de vida aún no hablaba ni balbuceaba y luego de visitar varios médicos en Ambato lo trasladaron a Quito donde recibió el diagnóstico.  La madre de familia añadió que gracias al aporte de la UDAI el niño recibe ayuda permanente para avanzar en sus estudios. (I)

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