Despidieron a Don Manuel
Un sentimiento de dolor, impotencia, desesperación y sed de justicia se sintió en la sala que era velado el cuerpo de Manuel Alarcón de 54 años de edad, ayer.
Por más de 25 años se dedicó al taxismo. Nunca permitió que su vehículo sea manejado por otro chofer, ya que su lema era servir con amabilidad, honradez y honestidad a sus pasajeros. Deja en la orfandad a tres hijos, uno de ellos menor de edad. Era el sustento de su familia. Su esposa lo ayudaba con los gastos gracias a una pequeña tienda que tenía al Norte de la ciudad.
Su natal fue el caserío El Rosal del cantón Mocha, pero por varios años vivió con su familia en Ambato en la zona Sur. Sus vecinos y allegados lo recuerdan como un hombre bueno, honesto y comprensivo. En él nunca faltó una sonrisa y palabras de aliento.
Tiene 12 hermanos y están invadidos de ira e impotencia al saber el sufrimiento que tuvo que pasar Manuel durante el asalto. El análisis de forense registró 28 puñaladas en su cara, cuerpo y extremidades superiores, según informe entregado a los familiares. (I)