Despilfarro en la Judicatura / Editorial
Como aconteció en numerosas áreas de la administración pública en los años del correato, gastar sin límites los multimillonarios recursos económicos provenientes del petróleo, que los obtenía sin mayores dificultades, que no sean las oscuras negociaciones en la venta.
El Consejo de la Judicatura no podía ser la excepción en esta carrera desenfrenada de despilfarrar los dineros del pueblo ecuatoriano. La novelería de los Palacios de Justicia que debían ser construídos en las ciudades del país para que sirvan de exhibición de la “grandiosidad” de un gobierno progresista preocupado del bienestar popular.
Estos Palacios de Justicia resultaron una verdadera defraudación, ya que ni siquiera son ocupados en su integridad. Se da el caso, entre otros, que en la superficie construida de 2.702 metros cuadrados en el Cantón Quero trabajan tan solo ocho empleados y así en otros numerosos cantones. Fueron sobredimensionados sin verdaderos estudios técnicos y de funcionalidad. Estas anomalías de produjeron en las administraciones entre los años 2.011 y 2.013.
Esta forma exagerada de gastar en cuantías incompatibles con las reales necesidades tenían su razón de ser. Mientras más costaba la obra era mayor el valor del sobreprecio y la coima. Ahí la explicación.
Contraloría ha formulado serias observaciones que han sido envíadas a la Fiscalía para su tramitación. Aunque parezca increíble, esta oficina se ha convertido en la rémora para las investigaciones, ahí quedan archivadas para el olvido. Los responsables de los ilícitos andan tranquilos y seguros de que no serán juzgados y sancionados. (O)