Desplazados de su hábitat para el bien
Esmeraldas es una provincia donde el Estado en su conjunto le ha dado las espaldas, en muchos sectores se han convertido en los fortines de las bandas criminales más sangrientas de la ciudad. Ante todo, el Presidente visitó la zona, pero hasta ahora no existe un plan de contingencia en educación, en fortalecimiento comunitario, políticas de inclusión social, y el fortalecimiento de la seguridad. Esmeraldas estuvo empujado por las balas de sicarios y asustado por los charcos de sangre de muchas víctimas a consecuencia por una ola de violencia sin precedentes que llegó a registrar en promedio 1,2 muertes cada día.
Esmeraldas por muchas décadas viene pidiendo a gritos que el Gobierno debe entrar a los barrios con salud, educación, empleo y seguridad. Esmeraldas necesita más acciones que reacciones para no sucumbir hacia la miseria. La presencia de la institucionalidad del Estado ha sido precaria y frágil en la zona de frontera, y esta es una de las causas de la migración interna que se está experimentando, los gobiernos de turno no le toman en serio sobre cómo podemos insertar una política pública de reparación histórica a este pueblo que en su mayoría son afrodescendientes.
Ante la ola de violencia que se vive en Esmeraldas, muchos habitantes pusieron en venta o alquiler sus viviendas y negocios, y no sólo eso, muchos decidieron emigrar a otras provincias, este es el caso de un grupo de niños y adolescentes que llegaron a Ambato para sus estudios y tener una oportunidad de subsistencia que lo están negando en su tierra natal, hemos visto con buenos ojos, lo que está haciendo la Federación Deportiva de Tungurahua, liderado por el señor Jorge Jarrín, quien con una visión social y humanitaria, les acogió en la residencia deportiva, viabilizó a través del departamento de bienestar social: estudios, hospedaje, alimentación, indumentaria, asistencia médica/sicológica y sobre todo, deportiva; la misma que en menos de tres años los chicos: Wendy Gonzales, Vicente Braulio, Marely Lara, Alan Braulio y María Quiñonez, entregaron recientemente para la provincia y el país, 15 medallas (oro, plata y bronce) en un Campeonato Panamericano de Levantamiento de Pesas celebrado en la ciudad de Guayaquil en las categorías sub 15 y sub17.
Para las personas o empresarios que estén leyendo esta columna, sería importante comunicarse con esta institución o directamente con su entrenadores Eduardo Guadamund, para ser parte del desarrollo integral de los deportistas mencionados, haciendo la donación de alimentos que contengan proteínas como: carne, pescado y huevos; cereales; útiles de aseo y desinfectantes. Recuerde que todas las cosas buenas deben nacer de una actitud de aprecio para estas personas que, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar sus vidas y luego el mundo.