Desprecian ayuda humanitaria / Editorial
Increíble pero cierto que exista un ser humano en el mundo de las características del dictador venezolano, que prefiere matar de hambre y de negarle la salud más elemental a su pueblo, con acciones monstruosas y amenazantes- Mientras que jerarcas de la cúpula gobernante disfrutan de extravagancias y de derroches de los recursos populares, ostentado como lo hizo Maduro en el mejor y más caro restaurante de Estambul.
Los pueblos y gobernantes democráticos de muchas naciones del mundo, en demostración de solidaridad humanitaria con el sufrido pueblo venezolano, han envíado comestibles, medicamentos y otros insumos necesarios para en algo paliar las urgentes e inaplazables necesidades de los hermanos de la tierra del Libertador, artífice de la libertad de naciones iberoamericanas.
Los sectores populares de las Fuerzas Armadas y de la Policía, que sufren las mismas penurias del pueblo llano venezolano, que por la fuerza de las necesidades y de las circunstancias, se verán obligados a exigir la entrega de alimentos y medicamentos que se encuentran en la frontera con Colombia. Y esta reacción está muy cerca. El capricho del dictador Maduro y de los que han saqueado la riqueza del país pronto tendrá su fin.
El Presidente interino Juan Guaidó ha enunciado que esta actitud de los dictadores venezolanos puede configurarse como un crimen de Lesa Humanidad, a ser juzgados por Tribunales Internacionales como ya ha acontecido en casos similares. Gran parte del mundo democrático reconoce a Guaidió y rechaza a Maduro y su actitud infame. (O)