Dialogo si, violencia no / Hernán Marcelo Guerrero

Todos sabemos que no es la primera vez que el país se encuentra en medio de una crisis política, social y económica,  y el país no se merece  que se cotice por intereses de un grupo que apenas representa el 8 por ciento de la población ecuatoriana, tales protestas no tienen fundamento, los dirigentes argumentan que el Presidente de la República no ha cumplido  el plan de trabajo, pero eso debe determinarla la Asamblea Nacional o, de forma eventual la ciudadanía a través de una consulta popular.

La ciudad de Ambato ventajosamente esta trabajando con normalidad y sólo la gobernación esta amurallada de la fuerza pública. Lamentablemente en la ciudad de Quito salieron estudiantes secundarios y en una desacertada decisión de la Ministra de Educación que dio la orden de asistencia normal de clases, pues, los estudiantes de forma abusiva haciendo caso omiso a sus autoridades educativas, salieron a lanzar piedras a los gendarmes que custodiaban los sectores en conmoción, que la ciudadanía supo manifestar que se cometieron actos vandálicos y que los mismos fueron aprovechados por  grupos sociales queriendo darse a conocer en medio de esta protesta,  la sierra central se vio afectada por los disturbios pero la policía, el ejército y el gobierno garantizaba el despeje  de las vías  que han sido cerradas  de forma intermitente, y que la madrugada de ayer concluyó  con la aprehensión de su máximo dirigente, así como también de los autores intelectuales y  materiales de estos actos violentos, pues ahora le toca a la Fiscalía y al poder Judicial actuar porque nadie está por encima de la ley, los ecuatorianos no podemos ser víctimas de vándalos que solamente quieren provocar el caos  

Quienes están al frente de estos disturbios deberían hacer conciencia en dialogar con el gobierno y no causar actos violentos en el país, recién estamos saliendo de una pandemia que duró más de dos años y que la reactivación  económica recién empieza a querer dar frutos y esto no significa estar a favor de ningún gobierno; lo que se debe tener en cuenta es el enorme perjuicio que estas acciones ocasionan a todos,  el país tiene fresco el recuerdo de octubre del 2019, cuando una protesta  que se promovía  como un reclamo ciudadano terminó  costándole al país  más de 1.000 millones  de dólares, y de ello el sector más afectado fue el sector productivo, por lo indicado. No vale  repetir  las imágenes del 2019 donde hubo  saqueos y destrucción de bienes públicos, por lo que la ciudadanía debe rechazar estas convocatorias  y no apoyarlas.