Diciembre…/ Andrea Manjarrez Ocaña
Empezaron los festejos, las cenas engalanadas por el delicioso pavo, el tamal tradicional, los buñuelos con queso y todos los detalles que implican la época navideña, donde los sentimientos encontrados se acumulan, pues a poco de finalizar el año, nostalgia, alegría, esperanza y una pizca de tristeza colman el corazón, pronto llegará el fin de otro año y se vive un mes repleto de compromisos y a la vez es donde afloran los valores sociales más humanos, la generosidad, humildad, bondad, benevolencia donde el compartir con quienes poseen menos recursos es prioritario y acudir a instituciones alejadas del límite urbano, visitar centros de apoyo a niños, geriátricos, orfanatos, etc se convierte en una gustosa deber.
Pero yo me pregunto ¿Por qué hacerlo únicamente en esta época?, tenemos doce meses para compartir con nuestros seres queridos, colaborar con los desvalidos, ofrecer un momento ameno a quienes se les olvido sonreír, debemos aprovechar cada instante para expresar todo el cariño que podemos entregar, y presentar nuestro lado humano dejando fuera por un momento, lo banal, material y mundano, recordando lo verdaderamente importante, la espiritualidad, cada dulce del doceavo mes debe convertirse en alimento para el alma, y la proyección de la venida de nuevos propósitos, sin lugar a dudas el 2020 comenzó su despedida, y si que fue un año complejo, pronto una vez más, en los últimos minutos del año, nos formularemos una lista de objetivos y metas, así que ha vivir los últimos días disfrutando de cada momento en familia, entre amigos, colegas.
Y lo más importante mira a tu alrededor y echa un vistazo a quien se encuentra ahí, pues únicamente ellos formarán parte del resto de tu vida, aprovecha, el tiempo se agota, pues recuerda que ha llegado el mes más esperado Diciembre… (O)