Dios bendiga al Ecuador en este 2024
Con una estadística que no genera ningún tipo de vanidad, el Ecuador estaría cerrando el 2023 con 40 homicidios por cada 100.000 habitantes; cifra alarmante cuyo agitado aumento viene aumentando de manera desmedida ya que en el en el 2020 era de 7,8 y en el 2021 de 14,02; más aún cuando nos encontramos con el caso “metástasis” que involucra a funcionarios judiciales, periodistas, oficiales de policía, abogados y otros, fenómeno que evidencia efectos directos sobre lo económico y social en nuestro entorno.
Con un empleo del 35,8% de la población económicamente activa, tenemos que analizar las decisiones adecuadas para que se pueda generar fuentes de trabajo productivo y me refiero específicamente al concebido por la empresa privada (creador de riqueza), para lo cual requiere un ambiente de estabilidad en el ámbito de seguridad, para plasmar ideas, solicitar apoyo financiero, trasladar productos, comercializar, recapitalizar, pero en un clima de paz.
No solo necesitamos la cordialidad entre el ejecutivo y la asamblea que parece que en este momento se está dando, requerimos urgentemente mayor liquides, que se consigue produciendo, exportando (abriendo mercados), atrayendo inversión tanto nacional cuanto extranjera (tecnología); bajar el riesgo país es vital (actualmente sobrepasa los 2008 puntos) lo que significa que si emitiéramos bonos soberanos tendríamos que pagar en promedio una tasa de interés del 25% para sus tenedores.
Reducir la pobreza que bordea los 4,9 millones de personas (viven con menos de USD 3,00 diarios) y la pobreza extrema que llega a los 1,9 millones de habitantes, se torna esencial ya que colateralmente estos indicadores conllevan al nada alentador dato sobre la desnutrición infantil en menores de niños de 2 años de edad, que se ubica en el 20% lo que implica un futuro nada prometedor tanto por falta de su crecimiento físico, como por el desarrollo cognitivo.
Fuerza para el presidente ecuatoriano que tiene los mejores deseos de transformar al país, no es una tarea fácil, pero con ayuda de los ecuatorianos que realmente queremos a nuestra patria lo podremos lograr; en la toma de decisiones espero que Dios bendiga al Ecuador y nos conduzca por los senderos del bien ¡Feliz año 2024!