Dolarización, 23 años después / Diego Proaño Córdova

Columnistas, Opinión

El pasado 9 de enero, el sistema monetario de dolarización en Ecuador, cumplió 23 años. Aquella medida que según Jamil Mahuad, presidente de entonces, era la mejor opción para el país en ese momento porque luego de haber hecho estudios profundos sobre las posibles salidas al grave problema que atravesaba nuestro país, lo conveniente era que se dolarice la economía ecuatoriana, pero además con tremenda convulsión política y conmoción social, trataba de tranquilizar a la población que veía como cada hora que pasaba, el sucre (moneda oficial) se devaluaba (200%), la inflación era galopante (90% anual) y las tasas de interés imparables (120%), la dolarización, fue sin duda un experimento que pretendía sea la tabla de salvación de su régimen, pero solo le duro unos pocos días más, porque igual el 21 de enero de 2000, cayo el gobierno, aunque económicamente fue el mayor acierto.

Definitivamente esa medida apresurada se convirtió en el verdadero milagro ecuatoriano, que dicho sea de paso alguien se atribuía, lo cierto es que la dolarización trajo consigo estabilidad económica a los hogares, mejoro la calidad de vida de los ecuatorianos y permitió y permite hoy, tener mayor poder adquisitivo. Redujo la inflación a un digito y las tasas de interés a dos cifras bajas, pulverizando hasta anular a la temida devaluación monetaria. En estos años, varios mandatarios se han querido atribuir la estabilidad económica a sus supuestas medidas, modelos y recetas, empero la única responsable de ello se llama dolarización, no en vano 9 de cada 10 ecuatorianos estamos totalmente de acuerdo con su aplicación y continuidad, un camino sin retorno.

Es tan fuerte y sostenible en el tiempo, que la dolarización nos ha blindado y protegido de las crisis mundiales que se propagaron en las dos últimas décadas. Para iniciar mitigo los efectos de las crisis económicas denominadas tequila (1998) en México, Vodka (1999) en Rusia, Samba (1999) en Brasil y ya en dolarización la crisis Tango de 2001 en Argentina, la burbuja inmobiliaria de 2008 en Estados Unidos y la pandemia COVID en 2020. A todas esas turbulencias económicas y financieras de los mercados internacionales, ni en efecto domino, pudo contra la dolarización en Ecuador. Hoy se puede planificar a largo plazo los proyectos, metas, objetivos y presupuestos personales, familiares, de negocios y empresariales, gracias a la estabilidad de los indicadores macroeconómicos fruto de la dolarización. En verdad a pesar de haber sido un experimento de ultima hora, pero la dolarización ha cambiado la vida de los ecuatorianos. LARGA VIDA A LA DOLARIZACION.

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