Dos enfoques diferentes / Kléver Silva Zaldumbide
Existen muchas maneras de comprender la vida y el universo, todo dependerá del ángulo de vista de cada quien, a través de la superstición, la religión, la filosofía, las ciencias entre otras. Cada enfoque cuenta con sus propios expertos: científicos, sacerdotes, filósofos, médicos, poetas, que, aparentemente, no somos más que “ciegos” recibiendo las impresiones distintas al tocar un mismo elefante. Un sacerdote puede palparle las patas y decir que la vida se asemeja a un tronco de árbol; el científico, tomándolo de la cola, puede suponer que la vida tiene la forma de cuerda; el poeta, tocándole una oreja, puede proclamar que la vida se parece a una hoja de loto; el médico, apretándole un colmillo, tal vez llegue a la conclusión de que la vida es como un hueso; el filósofo, aferrando su tronco, quizás proclame que la vida es como una serpiente, y así sucesivamente. La conclusión a la que arribe cada experto se fundamentará en su conocimiento y es, para cada uno, coherente y lógico, sin embargo, sus teorías son solo partes del panorama general.
Durante cinco mil años de civilización, China produjo numerosos conceptos profundos y diversos, bastante prácticos y razonables, fue así como desde los punzones de piedra fueron experimentando los efectos transcutáneos de electroestimulación para dar a luz la más grande heredad ahora transculturada hacia el occidente como es la Acupuntura, ciencia esta que forma parte de un verdadero arsenal inofensivo en pro de la salud. Así también otras como es la Moxibustión, la meditación, el Taichi, taichiquan entre otros.
Armonía y equilibrio con sus interacciones son los factores que siempre movieron al motor investigativo, cultural, filosófico y matemático de la cultura oriental. La influencia sobre los demás, como obramos recíprocamente o no sobre la sociedad y nuestro entorno inmediato, vinculado estrechamente sobre nuestra psiquis, nuestra esencia, nuestras tendencias y nuestros sentimientos, la causalidad, la probabilidad.
En general son ángulos de vista sobre la salud diametralmente opuestos, mientras que occidente espera el aparecimiento de la enfermedad, en oriente se promociona al ejercicio diario como para nosotros el levantarse cada día, desde la infancia ser responsables de nuestra salud, la administración y buen manejo emocional para la vida diaria, evitando así muchas enfermedades complicadas y de difícil manejo, en muchos de los casos, caracterizadas por ser crónicas y de largos, costosos e ineludibles tratamientos farmacológicos agresivos.
El desarrollo de la acupuntura moderna es una bendición para quienes ejercemos esta medicina por convicción y necesaria certeza. En fin, gracias a los profundos estudios de física quántica subatómica, se va sustentando científicamente la piedra angular sobre la cual se cimienta los grandes principios de las terapias orientales cuya base es el manejo energético de la persona, y gracias a ello, se desmitifica la errónea apreciación hacia las ciencias orientales como si fuesen místicas o esotéricas. (O)