Drama que desafía la legalidad
La desconcertante historia de la dama S.G., envuelta en un supuesto caso de estafa, ha tomado un giro aún más extraño en las últimas horas. Después de un encuentro tenso frente a la Unidad Judicial de Garantías Penales el martes 24 de octubre, cuando fue retenida por miembros de la comunidad de Yatchil en Píllaro, la mujer aún seguiría en manos de la colectividad.
Recordar que la semana pasada, en la Unidad Judicial de Garantías Penales, un grupo de aproximadamente 30 personas llegó en un camión blanco sin placas y se llevó a S.G. contra su voluntad. La comunidad alegaba que esta mujer estafó a la colectividad por un valor significativo, ochenta mil dólares, lo que desencadenó esta acción de retención.
A pesar de los intentos de mediación por parte de las autoridades, la comunidad se muestra hostil y se niega a proporcionar más información, dificultando los esfuerzos para resolver el asunto de manera pacífica.
En última información policial emitida el 28 de octubre, el móvil San Andrés del circuito San Andrés, Subzona Tungurahua, relata su intento de acercamiento a la comunidad de Yatchil. Sin embargo, los esfuerzos fueron recibidos con desconfianza y rechazo, lo que obligó a la policía a retirarse para evitar posibles conflictos.
La situación sigue siendo incierta y, hasta ahora, no se han proporcionado detalles adicionales sobre el estado de S.G. ni sobre los pasos legales que se tomarán. La comunidad de Yatchil ha mantenido su posición de retención, desafiando la legalidad y generando interrogantes sobre los motivos detrás de su acción. (I)