Ecuador condenado ¿un golpe a la diplomacia?
El transcurso de esta semana, marcada por tensiones diplomáticas, se llevó a cabo la Sesión Extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA para abordar la situación de México y Ecuador. La resolución condenó a Ecuador con 29 votos a favor, un voto en contra, una abstención, y dos países ausentes.
Sin embargo, es importante destacar que México incumplió su deber de respeto de la normativa legal interna del Estado receptor al no permitir el ingreso de la policía de Ecuador a la embajada a capturar a un prófugo de la justicia ecuatoriana. Una situación similar ya lo hemos visto años atrás con el caso de Assange en la embajada ecuatoriana, situación en la que Ecuador permitió el libre ingreso de Reino Unido para capturar a un prófugo por múltiples delitos.
Por otra parte, Ecuador rechazó con justa razón la condena, ya que México realizó un uso inadecuado de las sedes diplomáticas al concederle asilo a una persona procesada por la justicia ecuatoriana, además de pretender huir de las sentencias que tiene en su contra e intentar llegar a México sin cumplir con sus responsabilidades.
Por lo señalado, se puede concluir que tanto países como México, Argentina, Bolivia y Venezuela son países de refugio de ex funcionarios del correísmo. Sin embargo, lo que sorprende ahora es la astucia de la abogada de Glas al pretender interponer una denuncia por secuestro de un ciudadano alemán en Ecuador. La desesperación es evidente y lo que se debe mantener es mano firme frente a personas que tanto daño han causado a nuestro país.
Se debe destacar, que los instrumentos internacionales juegan un papel fundamental en todo momento, sin embargo, es oportuno su actualización o el desarrollo de nuevas convenciones o pactos que permitan cubrir las necesidades actuales de la sociedad. Asimismo, deben responder frente a situaciones urgentes como el combatir la delincuencia, el crimen organizado, además del narcotráfico.
Finalmente, Ecuador pese a la actuación de México buscará mejorar su relación diplomática para que no se vean afectados nuestros compatriotas. (O)