Ecuador se reactivará con recursos frescos
Optimismo existe en el analista ambateño Juan Gortaire por la llegada de recursos al país como producto de los créditos de los organismos multilaterales.
El viernes llegaron los primeros 652 millones de dólares por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) que permitirán aliviar en algo el problema económico que aún existe en el Ecuador, añadió.
Sin embargo, considera que es indispensable que el Gobierno Nacional ajuste sus cuentas y detenga gastos innecesarios. Eso facilitará que los dineros se destinen a otras prioridades en el ámbito social y creación de fuentes de empleo.
Para Gortaire, la entrega de créditos conllevaría ciertas exigencias del FMI, pero espera que no afecten mayormente a la economía de los ecuatorianos.
Cree que el subsidio de los combustibles debería ser eliminado de forma gradual; mientras, el precio del gas de uso doméstico focalizado.
En todo caso confía en que estos dineros que irán ingresando poco a poco a la nación sirvan para financiar gasto de inversión y no gasto corriente.
A decir del presidente de la Cámara de Industrias de Tungurahua, Santiago Vargas, el país ha recuperado la confianza, por lo cual los organismos multilaterales aceptaron entregar créditos.
Coincide que estos recursos frescos contribuirán a la reactivación del Ecuador tomando en cuenta que se requiere liquidez.
La apertura de entidades es gracias a que funcionarios como Pablo Campana y Richard Martínez generan tranquilidad.
El futuro es positivo con este panorama. Está convencido que no habrá ajustes, porque lo que se pretende es reactivar la economía, mencionó el empresario.
Igual criterio expresó Carlos Valencia. Es un emprendedor. Comparte que los créditos no solo sirvan para financiar el gasto corriente, sino también la inversión.
“Pido a las autoridades que los dineros se utilicen para acceder a préstamos. Los emprendedores tenemos muchos inconvenientes en este tema”, dijo.
Ratifica su esperanza en que la nación saldrá adelante y superará esta recesión que se ha evidenciado en menos empleo y productividad. (I)