Abusos de limpia vidrios de carros / Editorial

Editorial


  Es verdad que en nuestro país el desempleo no se  ha logrado reducir en términos significativos; nuestra ciudad también forma parte de este escenario de falta de trabajo. Es, por supuesto, muy preocupante que esta realidad continúe por  más tiempo. A estos hechos se añade la presencia de miles de migrantes, principalmente venezolanos, que entran a engrosar el ejército de desempleados.

  La búsqueda de trabajo es un derecho que no  se lo puede desconocer, aquí y en todas partes. Es obligación del Estado propiciar todos los medios lícitos para atender este clamor de miles de personas desocupadas.  El sector privado puede colaborar en este sentido, pero al amparo de leyes que coadyuven y no sean camisas de fuerza, como acontece en la actualidad con la legislación laboral y la posición de la dirigencia de los respectivos gremios.

  Pero no es aceptable que, a pretexto del derecho a trabajar, ciertos sectores de desocupados pretendan por la fuerza, la amenaza o la intimidación, recabar dinero en las calles.  Nos referimos a lo que, a diario, acontece con los denominados limpia vidrios de los autos estacionados en los semáforos.

  Las autoridades competentes, policía, municipio entre otras, deben organizar y  controlar esta actividad. La limpieza de los vidrios vehiculares debe hacerse en consenso con los dueños, a fin de evitar abusos. La identificación de estas personas debe ser analizada para permitirles “trabajar”, deben sujetarse  a normas claras y obedecer a las autoridades de control. (O)

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