Cuentas claras / Editorial
Las autoridades de la ciudad y provincia han realizado esta semana, diferentes rendiciones de cuentas de su gestión, con el fin de dar a conocer la labor realizada en su ejercicio económico, sea público o privado, dentro de su período actual.
Si bien la rendición de cuentas, al ser una obligación por ley, tanto personas naturales y jurídicas, deberían, por fines éticos, detallar a los ciudadanos hacia dónde están destinadas las diferentes contribuciones, ya que, obras realizadas o proyectos en marcha en una urbe, lógicamente, tienen un aporte ciudadano, sea en pagos de impuestos prediales, entre otros, así como en declaraciones al Impuesto a la Renta, a la entidad competente, como ejemplo.
Está claro evidenciar rubros económicos justos y transparentes, ya que, lastimosamente, la evasión de impuestos en el país, ha cobrado más fuerza; los casos de lavado de dinero han aumentado, vinculados a la mafia que, últimamente, ha cobrado relevancia siniestra.
Las cuentas económicas en un país, más aún en una urbe como la nuestra, principal ciudad empresaria del país, debe responder y dar a conocer un manejo empresarial económico, acorde a mostrar cifras que justifiquen un trabajo digno y decente frente a la ética laboral.