Ecos del Yasuní ITT / Editorial
En las pasadas elecciones anticipadas del veinte de agosto además de la elección de presidente y asambleístas, los ecuatorianos también fuimos convocados a pronunciarnos sobre un tema muy importante para el presente y el futuro del Ecuador, como es la explotación petrolera en nuestra amazonia y específicamente en el bloque denominado Yasuní ITT.
La Corte Constitucional dio paso a que se presente la pregunta junto con las elecciones de las mencionadas autoridades, lo cual generó que un tema tan importante pase a un segundo plano, inclusive los propios candidatos presidenciales toparon tangencialmente el tema, pese a que el resultado podía afectar la producción e infraestructura petrolera y las finanzas del país.
El sí a dejar de explotar una parte importante del campo ITT, estuvo respaldado por un respetable sesenta por ciento de ecuatorianos, mayoritariamente jóvenes, que miran con preocupación los temas ambientales y que se inclinan por mantener el petróleo bajo tierra y buscar otras alternativas para financiar el presupuesto del Estado, que depende en un cuarenta por ciento de la producción petrolera.
Áreas estratégicas del país como educación, salud, seguridad, administración de justicia, requieren ingentes gastos e inversiones por parte del gobierno de turno, así como la economía dolarizada que tiene el Ecuador y que se nutre de los dólares que llegan por las exportaciones, remesas y especialmente por los ingresos petroleros.
Consideramos que los dos candidatos presidenciales que se enfrentaran el próximo 20 de octubre en la segunda vuelta electoral tiene la obligación de explicarnos a detalle a los ecuatorianos como enfrentaran la disminución de casi 2 mil millones de dólares que tiene como consecuencia el tema Yasuní ITT. (O)