El Covid en la economía local / Editorial
Luego de que el COE determinara que ocho cantones de Tungurahua, entre ellos, Ambato, deben quedar bajo el semáforo en rojo, por la velocidad de los contagios de Covid 19, a la economía local le espera un largo camino de pesares, con las restricciones a las actividades urbanas y rurales.
En efecto, el semáforo en rojo tiene consecuencias en el aforo y en los horarios de funcionamiento de centros de oferta de productos. Si bien no habrá confinamiento, las restricciones frenarán el lento de despegue que comenzó a percibirse a finales de año.
A ello se suma el problema de la falta de existencias de productos demandados en actividades productivas, con el consecuente aumento de precios, como resultado de los inconvenientes en el abastecimiento mundial. Los materiales de construcción, especialmente el hierro, son parte de esta lógica.
Se ha dicho que las restricciones por el contagio no se van a prolongar más allá de enero o febrero. Sin embargo, existe incertidumbre sobre los actos de la Fiesta de la Fruta y de las Flores. Las corridas taurinas, tan esperadas este año, están, al igual que otros actos, en el limbo.
Las medidas adoptadas, en todo caso, no han provocado la reducción del número de personas concentradas en las vías públicas. Ayer, en el lunes de Ambato, no hubo diferencia con otros lunes. La gente estuvo en las calles, comprando y vendiendo, sin que las autoridades puedan poner orden.
Esperemos que pronto se levanten las medidas de restricción a las actividades productivas para que se oxigene la economía local y aumenten las oportunidades para la gente.