FFF 2021 / Editorial
Ni en los años más difíciles se ha dejado de realizar la Fiesta de la Fruta y de las Flores, desde que fue concebida por los sectores productivos, especialmente por el Centro Agrícola, e impulsada por el Alcalde José Arcadio Carrasco Miño, después del terremoto de 1949. Es que, en la esencia de la Fiesta, siempre ha estado un llamado a superar las adversidades.
Se está discutiendo en la ciudad si se organiza o no la FFF el 2021. Por un lado, se sostiene que los eventos festivos detonarían los contagios, y, por otro, que la FFF será útil para reactivar la economía local. En el medio, se dice que los recursos municipales se inviertan en programas de salud y no en las fiestas.
Todos los puntos de vista son respetables. Ambato es una ciudad democrática en la que no está prohibido que se expresen las opiniones. Por ello, las opiniones deben ser analizadas con la mayor objetividad por aquellos a quienes les corresponde tomar la decisión de organizar o no la FFF el 2021.
Las medidas radicales no son, por lo general, las que mejores resultados producen. Si no se realiza la FFF, el agobio de la pandemia y de la crisis económica no tendrá un cauce de salida y, lo más grave, muchos ambateños se quedarán sin la oportunidad de rehacer su debilitada economía. En cambio, si se organiza, como si nada hubiera ocurrido, los comportamientos ciudadanos actuales, de distanciamiento social, desaparecerían en la vorágine festiva y, cualquier contagio, serviría para imputar a sus organizadores.
Que se organice la FFF, el 2021, teniendo en cuenta el entorno en el que vive y trabaja la gente, parece lo más recomendable. En todo caso, el debate sigue abierto. (O)