EDITORIAL / Incidente diplomático
Un grave incidente diplomático se generó la semana anterior entre los gobiernos de Ecuador y Argentina ocasionado por la huida de la señora María de los Ángeles Duarte de la Embajada de Argentina en Quito, en donde se había refugiado para evitar cumplir los 8 años de prisión impuestos por la justicia ecuatoriana por haberla encontrado culpable del delito de cohecho en el caso Sobornos que involucra también al ex presidente Correa.
La versión de la Cancillería ecuatoriana es que la señora Duarte habría abandonado la residencia diplomática con la complicidad del Embajador argentino, que también ya abandonó el país al ser declarado persona no grata.
El hecho que la señora Duarte se encuentre asilada en la Embajada de Argentina en Venezuela confirmaría la participación del gobierno peronista del señor Alberto Fernández y la señora Cristina Fernández en complicidad con el gobierno de Venezuela.
Poco o nada les ha importado a estos gobiernos de corte socialista del siglo XXI, que la mencionada ex ministra ecuatoriana haya sido juzgada y sentenciada por cohecho y que por esa razón no se le pueda otorgar asilo ni salvo conducto, ya que no se trata de una persecución política, sino de un proceso judicial, en el cual ha recibido una sentencia de última instancia.
Este caso se suma a los más de 10 casos de funcionarios del gobierno del ex presidente Correa que han mal utilizado la figura del asilo político para evadir la justicia ecuatoriana.