EDITORIAL / Intimidaciones no cesan
Lastimosamente, el libre ejercicio periodístico que teníamos en nuestro país, ha sido condicionado por mafias y grupos de poder vinculadas al narcotráfico que, prácticamente, se han adueñado de zonas peligrosas en diferentes provincias como es el caso de Esmeraldas.
Esto, para los medios de comunicación, ha representado un riesgo, ya que las coberturas periodísticas para dar a conocer al público, se tornan cada vez más peligrosas y, por querer dar a conocer un suceso negativo, al periodista que cumple con su trabajo termina siendo amenazado, asaltado y agredido.
En esta semana se dio un caso inusual en varios medios importantes de comunicación de nuestro país, donde, a través de sobres dirigidos a ciertos periodistas, casi son víctimas de un atentado por una memoria flash explosiva; afortunadamente, esta situación no pasó a mayores.
Este tipo de acciones reflejan claramente, la realidad negativa y el nivel de inseguridad de nuestra patria, donde el miedo latente no solo es para el ámbito comunicacional, sino para toda una ciudadanía que pasa asustada, clamando ayuda por parte de las diferentes entidades de control.