Libertad de prensa / Editorial
Ayer, el periodismo celebró un día más relacionado a la libertad de prensa, acción que permite al reportero ejercer con responsabilidad y ética la labor periodística, pese a las restricciones de información que, a veces, ciertos sectores, con el ánimo de no quedar en evidencia, esconden y maquillan cifras.
El rol del periodista, a más de tener una credibilidad marcada, bajos aspectos objetivos, contrastando y verificando información, es ese vínculo directo con el ciudadano que quiere expresarse libremente, a través de los medios de comunicación, generando confianza mediática.
En la actualidad el periodismo ecuatoriano respira un aire más puro, por así decirlo, ya que hay más flexibilidad para poder trabajar de manera más segura. Fueron diez años del correato que violentó el campo de la comunicación, desprestigiándolo con mensajes ofensivos como la denominada frase “prensa corrupta”, donde se instauró una ley que solo buscaba silenciar a los medios.
Sin embargo, el tiempo y la confianza del público ha hecho que el periodismo vuelva a ser respetado, con una prensa seria, donde le ha tocado luchar con la desinformación en redes sociales, con usuarios y páginas que no tienen ni un poco de ética y causan alarma en la población tirando a las redes noticias falsas, sin ningún tipo de contraste. ¡Viva la libertad de prensa! (O)