Mes para el olvido / Editorial
Hoy 13 de julio de 2022 se cumple un mes del paro nacional que comenzó en todo el país, dejando pérdidas económicas irreparables para diferentes sectores productivos por el cierre de vías y la limitación al trabajo que ahondó aún más la crisis económica del país, desde que empezó la pandemia del Covid – 19.
Fueron 18 días de paralización, donde la quiebra de locales comerciales fue evidente y la desesperación por trabajar era notoria cada día que pasaba, siendo esto un detonante para que, incluso, empresas floricultoras, en este ámbito, opten por despedidos hacia empleados por falta de liquidez, ya que, algunos trabajadores fueron partícipes de estas movilizaciones, algo que perjudica la productividad empresarial.
Si bien el derecho a la protesta pacífica social se respeta, esto no quiere decir que se debe restringir el ámbito laboral, exigiendo que cierren negocios; las deudas y falta de utilidades en artesanos, por ejemplo, liquidó aún más su labor diaria, así como el cierre de mercados para la comercialización de productos agrícolas.
Se habla de una unidad nacional como ecuatorianos, pero, el resquebrajamiento de clases sociales, en este paro, elevó el resentimiento entre clases, siendo algo lamentable, ya que, como nación debemos remar para el mismo lado y no dividirnos por cuestiones políticas, sociales y culturales, por ideologías y peticiones, en beneficio de un sector, perjudicando una cadena laboral.