Política Minera / Editorial
La mayor parte de las naciones del mundo tiene disponibilidades de grandes reservas mineras de oro, de plata, de cobre, de aluminio y de muchos otros minerales, cuya explotación tecnificada permite su aprovechamiento que, por supuesto, aporta a solucionar los problemas económicos y sociales de sus respectivos pueblos.
Ecuador es país muy rico en minería, con amplias áreas que contienen gran variedad de minerales, muchas de ellas explotadas sin el más mínimo respeto al ambiente y a la seguridad, que han originado descontento de sectores poblacionales opuestos a la labor minera. Tenemos casos como el de Zaruma que han colocado en serio peligro a la estructura de la ciudad, con el socavamiento del subsuelo a extremos inconcebibles y que ahora se lamenta por la irresponsabilidad de los mineros y de las autoridades que debieron controlar.
En la actualidad persiste la explotación de minas en varios lugares del país, en forma ilegal, con procesos totalmente inadecuados, con el uso indiscriminado de sustancias venenosas, como el mercurio, que contaminan las aguas que van a los ríos y al consumo humano en ciudades y poblados. Por ello, existe justificada oposición y el pedido al Gobierno para que prohíba la explotación en estas deplorables y peligrosas condiciones.
El Vicepresidente Sonnelholzner, en una reunión con habitantes de una comunidad shuar, anunció una nueva política minera, contra la ilegal, amigable con el ambiente y el entorno social. Que la minería a gran escala a finales de año tendrá producción para la exportación. Que los controles estatales sean firmes en defensa del ambiente. (O)