Ruido en la ciudad / Editorial
Con la Ordenanza del ruido se esperaba que se moderara el ruido especialmente en la zona urbana de Ambato. Lamentablemente, la situación no ha cambiado. Por el contrario, el ruido ha aumentado.
Los parlantes móviles se han puesto de moda con vehículos que circulan anunciando productos a todo volumen. En las aceras, los negocios se promocionan con altoparlantes. Ficoa y otros barrios no dejan de estar sometidos al ruido de parlantes de vehículos estacionados con personas que están de fiesta y buscan diversión.
Las motocicletas, por su parte, generan ruidos ensordecedores cuando no tienen silenciadores. Lo mismo con los vehículos con escapes dañados o deliberadamente equipados para provocar ruido parecido al de los carros de carrera.
A todo ello se suman las actividades deportivas en canchas y coliseos barriales y de clubes deportivos y sociales que se prolongan hasta la medianoche, sin que haya una autoridad municipal que controle semejantes abusos. Ya es tiempo para que se aplique la Ordenanza del ruido. (O)