EDITORIAL / TAS
Con preocupación hemos recibido en Ecuador el fallo del Tribunal Arbitral del Deporte TAS por el reclamo presentado por las federaciones de fútbol de Chile y Perú relacionado con la nacionalidad del jugador de la selección ecuatoriana de fútbol Byron Castillo. Lo bueno de este fallo – si existe algo bueno- es que la selección de futbol de Ecuador no será excluida del Campeonato Mundial de la FIFA 2022.
Lo malo es que el futbol ecuatoriano vuelve a estar cuestionado por problemas de falsificación de nacionalidad, fechas de nacimiento y de documentos de identidad. Este caso se suma a una larga lista de jugadores que han sido investigados y sancionados por este tipo de actos ilegales.
El fallo del TAS establece que el jugador Castillo nació en Tumaco, Colombia y que tiene más edad de la que aparece en sus documentos de identidad; no obstante establece que la Federación Ecuatoriana de Fútbol actuó de buena fe al incluirlo en la selección que disputó y ganó en la cancha un cupo a la cita mundialista que inicia en los próximos días.
No queda claro aún si el jugador está inhabilitado para jugar el Mundial, lo único cierto es que hemos sido sancionados con menos 3 puntos para la próxima eliminatoria y además deberemos pagar una multa por utilizar documentos con información falsa.
Para evitar problemas de este tipo, la dirigencia deportiva ecuatoriana debería cortar de raíz toda clase de trampa y viveza criolla, ya que al final nos pasará factura.
