Teletrabajo / Editorial

Editorial

Ha pasado más de un mes desde la emisión del Decreto 1017 que restringió la movilidad en todo el territorio ecuatoriano. En dicho acto normativo se estipularon varias excepciones a la restricción de movilidad, por ejemplo, para las personas que prestan un servicio público o un servicio privado de provisión de servicios básicos.

Los sectores de la economía que no se encuentran autorizados para asistir presencialmente al trabajo, han tenido que tomar alternativas para no frenar del todo sus actividades. El teletrabajo es una modalidad que muchas empresas están explorando, especialmente las que prestan servicios intangibles.

El trabajo desde casa no es una alternativa para el sector industrial o de la construcción, ya que dichas empresas requieren de personal para producir, construir o manufacturar. Por el otro lado, el sector de la educación se está adaptando bastante bien a la nueva modalidad de trabajo, así como las empresas jurídicas, de publicidad, financieras, entre otras.

El Gobierno anunció la reincorporación ordenada del trabajo presencial, iniciando con la autorización de trabajo al sector de la construcción. Estamos de acuerdo que se autoricen actividades económicas en el Ecuador, considerando que las familias ecuatorianas están atravesando por un momento económico muy duro. Sin embargo, exigimos que las autorizaciones no sean discriminatorias, sin favoritismos para un sector o determinadas empresas. 

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