EDITORIAL / Un día de reflexión
Hoy sábado es la antesala a la Navidad y debe ser un día de completa reflexión individual y familiar. En la mayoría de hogares se reúne la familia alrededor, en muchos de los casos, del pesebre y del niño Jesús. Oramos y pedimos perdón.
Los mayores explican a los niños el significado de esta fecha que es la llegada de Jesús. Él vino para salvarnos del pecado. La mayoría de familias utilizan esta fecha para las reuniones, cenar, y festejar este día tan importante para los cristianos.
Muchas veces el desconocimiento familiar de los integrantes más cercanos se hace evidente cuando pregunta cosas sencillas como por ejemplo que estudio su abuelita o cual es el trabajo exacto del padre. También al preguntar dónde estudio su tío o en que trabaja su hermano, aunque parezcan preguntas sencillas es una realidad al ignorar estos pequeños detalles demostrando que la comunicación familiar no ha sido la adecuada, ahora es el momento de profundizar el conocimiento de cada integrante familiar.
Este día debe ser de aprendizaje. Qué es la navidad, hablar de Jesús y buscar conocerse más como familia, ese debe ser el objetivo. Terminar con rencillas familiares y personales que pueden haber distanciado a las personas. Este es el momento del perdón y el abrazo.