Vacunación en el Ecuador / Editorial
El nuevo Gobierno estableció cómo su principal prioridad el vacunar a diez millones de ecuatorianos en cien días. De los datos entregados por las instituciones encargadas de la vacunación, durante el mes de agosto se aplicarán segundas dosis y en septiembre se habría llegado a la meta. El primer problema al que se enfrentó el Gobierno fue la falta de vacunas en el mercado, tema que fue resuelto satisfactoriamente, gracias a donaciones y a compras efectivas.
Un problema con el que no contaban es el alto ausentismo de ciudadanos a la hora de inocularse. Hay ciertas personas que únicamente quieren ponerse vacunas de determinada marca y al no estar disponibles en su centro, desechan la dosis que les corresponden. Por el otro lado, hay personas que no quieren ponerse ninguna vacuna, indicando que son experimentales y no cuentan con todos los certificados.
Entendemos que existe un interés individual en las personas que se inoculan, el de adquirir anticuerpos para enfrentar al virus en caso de un contagio. Asimismo, existe un interés colectivo para la vacunación de la población, ya que la única manera de erradicar el virus es con un porcentaje alto de la población inoculada. Por lo tanto, al haber un interés colectivo a la salud pública, después de una ponderación de derechos, prima el derecho colectivo por sobre el individual y hay la obligación de vacunarse. (O)