Violencia a la orden del día / Editorial
La violencia y el odio están presentes en el mundo. El ataque cobarde y planificado del grupo terrorista Hamás al pueblo de Israel, no cabe duda, deja ver la pobreza del ser humano que no respeta nada. Y la respuesta de Israel también es violenta y en defensa propia.
La vida en esa parte del mundo no vale nada. Hombres y mujeres enfrentados. Las bombas, la metralla y la muerte están presentes en cada minuto. Este conflicto que lleva años y décadas no tiene esperanza de solución. Parece que la única salida son las armas y no el entendimiento.
Ojalá que Palestinos e Israelitas sensatos y dejando a un lado a los extremistas de Hamás logren sentarse en una mesa de diálogo y busquen una salida a este conflicto armado y militar.
Los dos pueblos deben estar cansados de solo contar muertos y no lograr la paz anhelada. Las grandes potencias mundiales están obligadas a ser facilitadores de la tranquilidad y desterrar la violencia que se vive en esta parte del mundo. (O)