Xenofobia / Editorial
Ha sido noticia a nivel nacional la advertencia realizada por un grupo de habitantes del Cantón Pelileo para que los venezolanos asentados en este sector de la provincia abandonen la ciudad en tiempo perentorio, caso contrario los sacarían a la fuerza y no se responsabilizarían de las consecuencias.
Inmediatamente se han prendido las alarmas de xenofobia; no vamos a desconocer que la política de puertas abiertas de Ecuador ha permitido que ingresen al país extranjeros sin revisar ni analizar sus documentos y pasado judicial, lo que ha generado que la migración, especialmente venezolana, sea considerada peligrosa, personas que vienen al Ecuador a buscar mejor futuro trabajando y acoplándose a la dinámica del país y personas que han venido a hacer del delito su ocupación.
No obstante, el peor error que se puede cometer como sociedad es generalizar, y en este caso hemos escuchado testimonios de familias venezolanas que llevan más de cinco años asentadas en el Cantón Pelileo y son un aporte para la economía del sector.
Ver y escuchar imágenes de amenazas de linchamiento y odio nos hace poco favor a los tungurahuenses, una provincia que se ha caracterizado por su amabilidad, apertura y brindar oportunidades.
Indiscutiblemente que los extranjeros que han llegado a delinquir al país deben ser procesados y deportados a su país de origen; pero no se puede generalizar. (O)