Educación renovada / Lic. Mario Mora Nieto
Con frecuencia, en educación, se habla de época de cambios o cambios de época.
Pero, en todo caso, la educación renovada de cada época debe crear condiciones para que el ser humano se sitúe satisfactoriamente en un mundo impregnado de procesos de comunicación masiva y de acelerados cambios tecnológicos que influyen, en uno u otro caso, en las no menos aceleradas transformaciones sociales y también en el actuar eficiente, consciente y responsable.
Esta educación renovada, debe colocar al educando en contacto con la realidad, para motivarse en ella, a fin de conocerla mejor; puesto que será en ella donde tendrá que vivir y actuar. La enseñanza no debe alejarse ni permanecer ajena a la realidad; antes bien, debe articularse con el medio físico y social en que está comprometido el educando.
Debe orientar el aprendizaje por medio de la propia experiencia del educando a fin de que él “aprenda a aprender por sí mismo”, puesto que deberá enfrentar continuamente y de manera creciente nuevas situaciones de vida. “El conocimiento tiene que ser elaborado por el propio alumno”, de ahí que los métodos y técnicas de enseñanza deban acentuar su actividad, tomando como base experiencias, comprobaciones, discusiones, debates, compilaciones de datos, contactos con otras personas, deducciones, clasificaciones, concordancias, discordancias, opciones, opiniones, críticas y conclusiones; todo ello, con el afán de desarrollar el espíritu crítico en el educando como instrumento indispensable para su desenvolvimiento en un mundo invadido por la propaganda ideológica y comercial que avasalla a la sociedad.
Sin duda, para alcanzar este propósito, se debe educar para la investigación de modo que el lema didáctico de la educación renovada sea: “Enseñar Investigando”.
La actitud de investigación facilita, por otra parte, el proceso de readaptaciones al mundo en transformación, para que los individuos no se enquisten en rígidos patrones de comportamiento.
Como corolario diremos que el objetivo final de la enseñanza renovada debe ser formar ciudadanos que actúen, que sean más partícipes que espectadores, pero que lo sean de manera diligente y responsable.
Necesitamos una educación que oriente los aprendizajes utilizando métodos de enseñanza activos; no más actitudes pasivas de mera imitación, copia, o repetición. (O)