Educación y participación ciudadana
Una vez que se reformó la ley de participación ciudadana, que dispone que las instituciones educativas universitarias impartan una materia al año que englobe la formación de valores y de la constitución, con el criterio cierto que más allá de inculcar cívica es una educación para la ciudadanía, debido a nuestras deplorables condiciones sociológicas de ser un Estado narco-político, en el que nos debatimos por falta de educación, salud, trabajo, etc. Que para conseguir un empleo hay que ser corruptos porque hay que pagar, en donde la justicia se evade con dinero: entonces surge la interrogante ¿podrá la cívica ser nuestra boya de salvación?
Según especialistas en diseño curricular, señalan que desde 1920 al 2010, se enseñó cívica con las diferentes reformas del currículo, que en definitiva se cuestiona, ¿si tuvo o no el impacto para las presentes generaciones que son de mayor acción, si aún se manejan desfasados procedimientos de enseñanza y evaluación. Cuando las generaciones van en un mundo más rápido con la tecnología? Cabe la incógnita si con el mismo formato se pueden enseñar a las nuevas generaciones ¿por supuesto que no?. Más aún, si es optativo que los jóvenes sufraguen a partir de los dieciséis años en los destinos del país, que demagógicamente se los involucró en los procesos electorales. Debe pensarse en un nuevo currículo que no solamente imperen conocimientos sino también en desarrollar habilidades y aptitudes en los estudiantes. Deben trabajar juntos el ministerio del ramo con la asamblea y los diferentes actores, incluidos los padres de familia; para trabajar en el perfil de los escolares que necesitamos en los próximos decenios
Un referente es Finlandia, que años atrás se preguntó qué tipo de ciudadano quería la sociedad contemporánea de ese país, entonces hicieron un pacto con la educación, mediante una fundación apolítica que sirve al estado, para que diseñe el perfil con diez rasgos como pensamiento crítico, resolución de problemas, empatía etc. Hace 10 y 15 años volvieron a repensar mediante 7 habilidades que insistieron en el pensamiento crítico, empatía, trabajo en equipo, etc. Cambiaron la forma de dar clases con asignaturas básicas y unos espacios modulares donde crean procesos interdisciplinarios. Además, la evaluación numérica como la conocemos aparece recién a los nueve años, antes de eso solo se someten a evaluaciones cuantitativas. Si se puede adaptar estos procesos de innovación a nuestro contexto de nación. (O)