El Calvario: Un legado de barro
Una artesana del barrio El Calvario en Pujilí da forma a un plato de barro. (Foto El Heraldo)
En Pujilí, se encuentra el barrio El Calvario, donde reside una tradición artesanal que ha perdurado por generaciones. Entre las humildes casas y calles, se esconde un tesoro cultural: la elaboración de ollas, tiestos, vasos y diversos implementos de cocina a partir del barro.
Esta herencia ancestral se ha transmitido de abuelos a nietos durante 150 años, moldeando el barro con manos expertas y creando piezas únicas que reflejan la identidad del barrio. Sin embargo, las nuevas generaciones no siempre se sienten atraídas por este oficio, considerado duro y laborioso.
A pesar de las dificultades, algunas mujeres, han decidido mantener viva la tradición. Una mujer que lleva 22 años aprendiendo y perfeccionando las técnicas ancestrales, moldeando el barro con paciencia y dedicación mostro, sus manos, curtidas por el trabajo, que dan vida a piezas funcionales y hermosas.
Lo que hace especial a estas artesanías es su elaboración artesanal. Sin moldes ni energía eléctrica, solo con la habilidad y el conocimiento transmitido de generación en generación, se crean piezas únicas e irrepetibles. Cada olla, tiesto o vaso lleva consigo la historia del barrio, la huella de las manos que lo moldearon y la pasión por un legado que se resiste a desaparecer.
La preservación de esta tradición es vital para mantener viva la identidad cultural del barrio El Calvario. Es un recordatorio de la importancia de la transmisión del conocimiento de generación en generación y de la riqueza cultural que reside en las comunidades locales. (I)
