El complicado mercado moral / Ec. Mg. Diego Proaño PhD (c)
De
acuerdo a datos oficiales y extemporáneos presentados por el Instituto Nacional
de Estadística y Censos INEC, durante 2020, por efectos de la crisis económica,
como por la pandemia COVID 19, en Ecuador se perdieron 620.128 empleos
formales, aumentaron 392.719 subempleados e incrementaron 90.171 desempleados.
A diciembre 2020 fueron 2’526.169 empleados plenos, 1’833.702 subempleados
(asalariados y autónomos) y 401.305 desempleados, lo que significa que solo 3
de cada 10 personas que realizan alguna actividad productiva, tienen trabajo
fijo, con sueldo mensual, seguridad social y beneficios de ley. El resto de
personas (7 de cada 10) están en subempleo, informalidad, desempleo o hacen
actividades sin ser remunerados. Ante esta preocupante realidad, ¿Que plantea
el gobierno saliente, como los candidatos finalistas a la presidencia de la
República, para mitigar esta difícil situación para las familias ecuatorianas,
como para aligerar la tan anhelada reactivación económica?.
Cabe mencionar que la población económicamente activa PEA, a diciembre 2020, fue de 8´099.000 personas, de la cual en términos porcentuales, el empleo pleno se cayó en ese año de 38,8%, a 30,8%, 8 puntos muy preocupantes. El subempleo al contrario de disminuir, aumentó de 17,8% a 22,7%, esto es 5% más de personas vulnerables laboralmente hablando y, el desempleo creció de 3,8% a 5% entre 2019 y 2020, sin considerar que entre mayo y junio 2020, en plena pandemia, la desocupación alcanzo un escalofriante 13%, aunque su metodología de medición y universo no fue el que habitualmente el INEC lo venía realizando cotidianamente. Analizar los datos del mercado laboral, sin tomar en cuenta a otro factor social como la pobreza, seria incompleto, por ello se toma la data de pobreza y extrema pobreza a la misma fecha diciembre 2020.
La pobreza se incrementó en 2020 7,4%, al pasar de 25% a 32,4%. Una persona es considerada estadísticamente pobre, cuando su ingreso per cápita en el núcleo familiar es menor a 84,05 usd al mes, la pobreza se siente más profundamente en el sector rural 47,9% y en el urbano 25,1%. El indicador de extrema pobreza subió de 8,9% a nivel nacional a 14,9%, observando que en el sector rural se acentúa mas este problema económico social que tiene 27,5%, mientras que en lo urbano con menor intensidad un 9%. Una persona es considerada extremadamente pobre si su ingreso mensual per cápita en su núcleo familiar no supera los 47,37 USD al mes. Por último el indicador que mide la equidad en la repartición de recursos entre la sociedad denominado GINI, creció de 0,473 a 0,5000. Mientras más se acerca a 1 el índice, significa que hay más inequidad y si se acerca a cero, mayor equidad, por tanto en nuestro caso se acentuó la inequidad. Los ricos tienen más recursos y los pobres menos al trascurrir 9 meses de pandemia.(O)