El covid reinventó la moda / John Tello Jara
En cada suceso, tenemos la producción y venta de diversidad de productos y complementos, por ejemplo, si se lleva a cabo un mundial de fútbol y el equipo favorito es Brasil, sin duda alguna las camisetas de las empresas textileras dedicarán la compra de materia prima del “verde amarelo”, incluso se promocionará las ciudades y los lugares turísticos donde se realiza el evento futbolístico.
En la navidad, las alegorías tienen un escenario “único” (la llegada de Jesús), toda la producción marca un contexto de villancicos, alimentos, regalos, vestimenta en locales; este enfoque implica a la vez, prudencia en los momentos para adquirir materia prima, insertar procesos de producción y por supuesto la venta, ya que si en los días correspondientes no sacamos a oferta, estos pueden perderse o bajar ostensiblemente de precio.
Pero qué sucede con “la moda” en tiempo de pandemia? Al indicarnos los médicos que el contagio puede transmitirse por el cabello, inmediatamente empezamos a utilizar gorros, seguidamente sombreros con extensiones de plásticos transparentes que cubren el rostro por completo y, luego pasamos a los turbantes con diseños y colores diferentes dependiendo la región, incluso algunos de ellos con la bandera de la provincia o de la ciudad y el superhéroe de turno.
Además, el empresario debe ser cauto de la producción en gran escala ya sea porque la competencia acecha continuamente con diseños tan inverosímiles de un día a otro o porque se erradica el virus.
Pretender que un producto sea perenne en el tiempo es inadmisible ya que la propia tónica del ser humano implica saturación de necesidades, cansancio y deseo de algo diferente.
He asistido a muchos desfiles de moda, en algunos casos me preguntaba si alguien de los asistentes o las personas comunes y corrientes, utilizarían ciertas prendas de vestir que a mi criterio eran “anormales”; pero en este momento en el cual el flagelo del COVID-19 sigue en apogeo, camino por la calle y veo tantas rarezas en la protección que nos brindamos, que me doy cuenta que el COVID reinventó la moda. (O)